El pasabolas en el mundo del padel

Hoy os contamos como son los jugadores de pádel que no buscan ganar la partida, el jugador que se dedica a pasar bolas y hacer que nos desquiciemos

Hoy os contamos la historia de esos jugadores de pádel que no buscan ganar la partida, el jugador que se dedica a pasar bolas simplemente, y a hacer que nos desquiciemos en la pista de pádel.

Existen perfiles de jugadores de pádel más queridos y más odiados en este deporte. Dentro de este segundo grupo destacan aquellos llamados los “pasabolas”. Su juego es tan poco vistoso como efectivo y se caracterizan por sacar de sus casillas a más de un rival con sus golpeos defensivos que devuelven la bola al campo contrario en todo momento. Aunque la calidad del partido sea inferior no debemos ceder ante las incontables devoluciones del jugador “pasabolas”, y para ello vamos a conocer un poco más su estilo y cómo enfrentarnos a este tipo de rivales.

Como si de un muro se tratara este estilo de juego tiene como objetivo principal provocar el fallo del rival, bien por desesperación o bien por falta de concentración ante puntos demasiado largos. Su nivel de riesgo es muy cercano al cero, es decir, se dedica a devolver como sea el ataque del rival mediante distintos golpeos que no destacan precisamente por una técnica elevada.

Su mayor cualidad es la colocación en la pista ya que es capaz de cubrir todos los huecos disponibles en su propio campo. De esta manera, ayudándose de un desplazamiento rápido, puede golpear la bola cómodamente para poner el ataque de nuevo en manos del rival.

Es entonces cuando nuestra desesperación comienza a sobresalir y nuestra impaciencia nos hace arriesgar más de lo debido. En consecuencia muchos golpeos se estrellan con la pared de fondo, se topan con la red al ser demasiado bajos o nos la jugamos con golpes sorprendentes pero con poca eficacia.

Foto Pasabolas: Imagen en acción
Foto Pasabolas: Imagen en acción

Con los pasabolas, paciencia

En este momento es cuando más debemos tener la cabeza fría para discernir entre los golpes que sí hay que arriesgar de los que no merece la pena. Puede ser un defensa excepcional pero seguro que es más susceptible al fallo en determinados ataques, como el golpeo de tenis (smash) o el juego desde el fondo de la pista. Solo tienes que conocer ese punto débil y aplicarlo cuando toca, no abusar de él en todo momento ya que probablemente aprenda a devolverte dicho ataque a lo largo del partido como buen “pasabolas” que es.

Pero no siempre nos lo vamos a encontrar de rival, sino que también puede ser nuestro compañero de juego. En ese caso la fortuna está de tu parte ya que un estilo tan defensivo como el de este tipo de jugadores es totalmente favorable para la victoria, en la mayoría de los casos. Debes aprovechar sus cualidades y que se encargue de cubrir su lado cuando el rival nos acose con golpeos difíciles y que mantenga su juego cuando el partido está igualado para provocar el fallo del rival. Evita abusar de las subidas a red para que él despliegue su mejor juego defensivo pasando bolas a diestro y siniestro.

Siempre se puede aprender algo nuevo, por parte del rival o de nuestro propio compañero. Si en los entrenamientos coincides en la misma pista con el conocido “pasabolas” piensa que es una buena oportunidad para poner en práctica tus golpeos más arriesgados, para saber cuándo llevarlos a cabo y cuándo no. De esta manera sabrás administrar tu nivel de riesgo en partidos importantes.