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LA PALA DE PÁDEL:
Actualmente, la normativa sólo hace referencia a las características de la pala en cuanto a sus dimensiones (longitud, ancho y grosor), dejando sin regular el peso y la composición de los materiales con que está fabricada. Acerca de éste último aspecto existe un amplio debate acerca de cuáles deberían ser los materiales homologados para las palas. Hay, además, otras posturas acerca de las dimensiones que podrían tener.
Al normalizar las medidas, lo que pretenden las Federaciones es igualar los productos en el mercado y que no salgan a las pistas jugadores con modelos diferentes de longitudes que pudieran provocar problemas en cuanto a ventajas en el juego. En lo que si hay libertad, como se ha dicho, es en la composición de la pala y en su peso.
Con el tiempo se han ido incorporando nuevas marcas con diferentes modelos, muchos de los cuales han adoptado materiales ya utilizados en otros deportes de raqueta, como el tenis o el squash: grafito, fibra de vidrio, fibra de carbono, titanio y otros materiales que han mejorado la potencia de la pegada y han reducido considerablemente el riesgo de lesiones.
Las medidas máximas homologadas por la Federación Española de Pádel para la pala de competición son 45, 5 cm. de largo, 25 cm. de ancho y 38mm. de grosor. Este grosor puede ser menor en la fabricación de palas para los niveles de iniciación o para los jugadores infantiles.
El peso, al no estar regulado, también varía en función del nivel del jugador y la dedicación. Para la alta competición las palas tienden a pesar más, porque generan más potencia. La pala también deberá presentar un número no limitado de agujeros entre 9 y 13 mm. de diámetro cada uno en toda la zona central, rodeada por una zona periférica máxima de 4cm. La superficie de golpeo podrá ser plana, lisa, estriada o presentar rugosidades. Éste último caso tiene por objeto facilitar los efectos, aunque por el contrario puede favorecer desgaste de la pelota.
Por último, la Federación Española de Pádel obliga a que la pala de padel tenga un cordón o correa, cuya longitud máxima no podrá exceder de 35 cm. Su función es la de sujetar la pala a la muñeca para, de esta forma, prevenir posibles impactos que pudieran originarse si al jugador se le soltase la pala al efectuar un golpe.
LA PELOTA DE PÁDEL:
La bola de pádel que se utilice en competiciones de pádel deberá estar aprobada y homologada oficialmente por la Federación Española de Pádel. Para ello debe cumplir una serie de requisitos. Consistirá en una esfera de goma con una superficie exterior uniforme de color blanco o amarillo. El diámetro estará comprendido entre 6,35 y 6, 67 cm., y el peso oscilará entre los 56,00 y 59,40 gramos. La pelota deberá tener un rebote de entre 135 y los 147 cm. al dejarla caer sobre una superficie dura desde una altura de 2, 54 m.
EL CALZADO DE PÁDEL
Es sin duda un elemento de gran importancia a tener en cuenta por cuanto se producen muchos desplazamientos tanto a lo largo de la disputa de un punto como durante el desarrollo de un partido completo. Los cambios en los apoyos son constantes en función de adónde se dirija la pelota y de la necesidad de los jugadores de anticipar las posiciones antes de que rebote la pelota. Por eso es importante que la zapatilla de pádel se adecúe a los hábitos y características del jugador de pádel.
Los fabricantes están de acuerdo en que la parte interna de las zapatillas pueda parecerse a las de tenis; es decir, que sean cómodas, resistentes, transpiren bien, protejan los tobillos y que tengan una buena sujección. Ahora bien, prestan especial cuidado a que la suela se asemeje a las que utilizan los jugadores de tenis en hierba: debe ser espigada o punteada para facilitar el agarre del jugador en el momento del impacto, y para poder controlar y dirigir mejor el golpe que ejecuta.
