Motivos por lo que cambiar de pareja de pádel

Hay veces que aunque te esfuerces no hay feeling, te indicamos los factores que pueden avisarte que ha llegado el momento de cambiar de pareja de pádel

Tener una pareja de juego no es motivo de compromiso, ni mucho menos, dentro del pádel. Se trata de un deporte donde la cooperación entre ambos miembros tiene que ser máxima si queremos llegar a conseguir victorias de manera consecutiva, además de sentirnos cómodos fuera de la pista con la relación que existe con nuestro compañero de juego.

Si a pesar del trabajo por reforzar dicho vínculo no se consigue una unión perfecta, lo mejor es cambiar de pareja para seguir progresando en nuestro nivel. Por ello hoy te mostraremos algunas razones que te harán plantearte un cambio de pareja (deportivamente hablando 😉 ).

Cuando los resultados no acompañan

Lo hemos visto en multitud de jugadores dentro del World Pádel Tour. Ejemplos como Jordi Muñoz, Fede Quiles o Álex Ruíz demuestran que ni en el alto rendimiento del pádel funcionan a la perfección las parejas de juego. No hay duda de que el objetivo de este deporte es lograr resultados positivos, y si estos no se llegan a dar, ya tenemos la primera razón de peso para cambiar de pareja.

Independientemente de que la relación sea idónea tanto dentro como fuera de la pista, si no hay un entendimiento táctico entre ambos durante el desarrollo de los partidos, es aconsejable cambiar cuanto antes para que cada uno siga progresando. Y quien sabe si más adelante podréis volver a competir de la mano.

No hay compromiso ni complicidad con la pareja

Si notáis que uno de los dos miembros suele tirar demasiado por ambos, en cuanto a entrenamientos físicos, técnicos o tácticos, lo mejor es juntarse con otra pareja que desee el mismo grado de compromiso que uno mismo.

Frank Stupaczuk con su pareja
Frank Stupaczuk con su pareja

Es común ver como uno de los miembros de la pareja desea entrenar todos los días mientras que el otro acude a los partidos y entrenos casi por “compromiso”.

Error grave que pagaréis en la competición.

Por la edad

Es inevitable el paso del tiempo y es que hay parejas en el pádel cuya diferencia de edad puede pasar factura en sus resultados, buen ejemplo sería Juan Martín Díaz y Bela, donde Bela el último año se lesionaba muy a menudo debido a los grandes esfuerzos que tenía que realizar. Antes o después llegará el momento en que tengáis que ir por caminos distintos si uno de ellos quiere seguir subiendo escalones en cuanto a nivel de juego.

Si notáis que ese momento ha llegado probad a competir con jugadores que tengan una edad similar. De esta manera no se frenará vuestro progreso, aunque de vez en cuando recuperéis partidas como en los viejos tiempos. Si notáis que aún podéis competir a un elevado nivel recuerda cómo mantener nuestro rendimiento a pesar de tener una edad avanzada.

Poca comunicación con la pareja

Seguramente habléis el mismo idioma fuera de la pista, pero dentro de la misma os cuesta comunicaros. Si esto es así ya tenéis la siguiente razón para cambiar de pareja. El pádel es un deporte que destaca por la relación que ambos miembros de la pareja deben tener y cómo trasmitir esa unión a su juego. Si este aspecto falta dentro y fuera de la pista, lo pagaréis con resultados negativos.

Por supuesto que no hay que colgar etiquetas pero sí es conveniente hacer una diferenciación de cada uno entre sus virtudes y sus defectos. Así podréis potenciar vuestros puntos fuertes para derrotar a cualquier rival. Muchas parejas dejan pasar por alto este aspecto y acaban jugando de manera individual los partidos, algo nada favorable para ganar torneos importantes.