Ejercicios recíprocos como método de entrenamiento

En este artículo aprenderemos lo que son ejercicios RECÍPROCOS y la mejor manera de trabajar en pareja. ¿No asistís a clases de pádel? Con este método podréis regular vuestros propios entrenamientos. Llamamos ejercicios recíprocos en pádel a aquellos que se producen cuando entrenamos en parejas (o más) a bola viva, es decir, es cuando se…

En este artículo aprenderemos lo que son ejercicios RECÍPROCOS y la mejor manera de trabajar en pareja. ¿No asistís a clases de pádel? Con este método podréis regular vuestros propios entrenamientos.

Llamamos ejercicios recíprocos en pádel a aquellos que se producen cuando entrenamos en parejas (o más) a bola viva, es decir, es cuando se producen varios golpeos de distintos jugadores con la misma bola en juego. Teniendo en cuenta esto, os diré que los jugadores han de ser mínimo dos para que se cumpla la palabra «recíprocos» y los entrenadores podemos poner mil objetivos distintos a esto según lo que queramos conseguir. Para aclarar posibles dudas, os recomiendo que veáis el siguiente vídeo:

Con este estilo de entrenamiento obtendríamos muchas ventajas, entre las principales están: ser capaces de aguantar más bolas sin fallar, aprender a no «jugarse» las bolas (sobre todo en los niveles más bajos), el jugador obtendrá más control de la bola y del juego y con este tipo de ejercicios, como a nuestro compañero no le llegan las bolas si fallamos nosotros, se crea una tensión parecida al momento del juego en un partido.

Como explicaba antes, es una gran forma de trabajar que conlleva muchas ventajas para alumnos y para monitores, pero puede resultar contraproducente si no la sabemos utilizar. Para ello está la figura del monitor, que es el que decide qué ejercicio hacer, con cuál objetivo específico y el nivel adecuado para cada caso. Si los ejercicios recíprocos resultan muy complejos, por ejemplo, para alumnos de iniciación harán que éstos pierdan el interés, se aburran y no avancen, a parte de crear una gran desgana; y lo mismo podría ocurrir si los recíprocos resultan muy sencillos, tiene que ser el nivel adecuado, ni más ni menos.

Sabiendo todo ésto, podríais pensar en qué resultaría mejor como modo de entrenamiento, si la típica clase en el que el profesor te manda una secuencia de golpes, por ejemplo: derecha cruzada, revés cruzado y globo de derecha, y tira todo el cesto para ello; o este estilo de clase en el que el monitor tira una bola y con ella los alumnos dan varios golpes. ¿Bola viva o bola muerta?

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Pues bien, para trabajar la técnica de los golpes es mejor el primer modo porque así quitaremos al alumno todo tipo de presión de juego, lo que le facilitaría el concentrarse sólo en el aspecto técnico del golpe, nada más. En cambio, trabajar la técnica con ejercicios de aguantar golpes no es lo ideal, puesto que el alumno está más atento de no fallar y de que la bola continúe en juego que de lo bien técnicamente que puede realizar el golpe. El principal objetivo del fijo, es decir, de aguantar la bola con mi compañero es no fallar y además descongestiona al entrenador que puede tener un entrenamiento más individual con otro alumno y luego ir rotando.

Un ejemplo de ejercicios recíprocos para alumnos de menor nivel, podría ser que los alumnos se dispongan dos en un campo y dos en el contrario y todos en su fondo respectivo. El fijo será aguantar la bola sin fallar de fondo a fondo pero cada vez debe golpear la bola uno distinto de la pareja, de manera alternada. También podríamos hacer el mismo con una variante: cada pareja dispondrá sólo de una pala y se la tendrán que ir pasando del uno al otro de la pareja y seguir manteniendo la bola en juego.

Un buen ejemplo de ejercicios recíprocos lo podemos encontrar en el siguiente vídeo, en el que el entrenador, Rodrigo Ovide, pone la bola en juego y establece la norma de que dos jugadores atacan desde la volea y uno defiende en el fondo y éste último debe tirar una bola a cada uno. Este sería un fijo para un alto nivel:

Por último, debo añadir otra utilidad de los ejercicios recíprocos para el monitor y es, como dije antes, descongestionarle para que pueda hacer un trabajo más individualizado de cualquier aspecto del alumno en cuestión. Por ejemplo: si tengo en clase a 3 alumnos y mi objetivo de sesión es mejorar el control de la bandeja pondré a dos alumnos trabajando en recíprocos para yo poder quedarme con uno y ayudarle a mejorar su bandeja de mejor manera.

Entrenamiento: Ejercicio recíproco

– En un lado de la pista estarán dos jugadores en recíprocos, los dos más o menos en la zona de la volea en paralelo y uno en cada campo: uno hará de «profe» y le tirará la bola con la mano al compañero de enfrente en modo globo que tendrá que salir desde la posición de tocar la red con la pala, preparar el golpe moviéndose hacia detrás de forma lateral y tendrá que golpear una bandeja que deberá ir suave a la misma mano del alumno que se la lanzó.

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– En el otro lado estará el alumno con el que quiero trabajar individualmente, así que me pondré en el fondo y le explicaré que a bola viva le tiraré dos bolas cercanas a la red en altura que él me devolverá de volea y en la tercera bola le lanzaré un globo en el que tendrá que realizar una bandeja que me deberá mandar otra vez a mí, todo con la misma bola, y así sucesivamente.

Con este artículo hemos aprendido otra forma de aprender que, sobre todo, nos ayudará a no fallar en los partidos. Siempre será mejor con un monitor, pero ahora ya sabéis una buena forma de entrenar entre vosotros mismos. Con todo esto conseguiréis ser mejores jugadores de pádel.