Importancia del brazo no dominante

Es imprescindible aprender a utilizar el brazo opuesto al que sujeta a la pala para lograr un equilibrio técnico que maximice el rendimiento de nuestro golpeo

En múltiples ocasiones hemos mencionado la importancia del equilibrio entre aquellos grupos musculares que se activan más a menudo en los golpeos frente a la musculatura inhibida o poco activa de aquellos antagonistas que no intervienen en los mismos.

Pues bien, del mismo modo que es importante reforzar este equilibrio muscular también es imprescindible aprender a utilizar el brazo opuesto al que sujeta a la pala para lograr un equilibrio técnico que maximice el rendimiento de nuestro golpeo, sea del tipo que sea. Hoy en nuestro blog de pádel echaremos un vistazo a cómo interviene el brazo no dominante en nuestro juego de pádel.

Son muchos los golpeos que conforman el abanico técnico del pádel por lo que nos centraremos en los más importantes, ya que los beneficios de utilizar bien el brazo no dominante se extrapolan al resto de remates o golpeos. El golpe de derecha es uno de los más utilizados a lo largo del juego y debe ejecutarse con seguridad, potencia y eficacia.

Ventajas de usar el brazo no dominante

Para lograr estas tres cualidades es de vital importancia una correcta colocación del brazo contrario al dominante pues se encargará de las siguientes funciones:

  • Ayuda a equilibrarnos para descender nuestro centro de gravedad y así imprimir la máxima potencia a la bola en el momento del golpeo.
  • Se utiliza para conformar la dirección que deseamos darle a la bola.
  • Ubicar el recorrido de la pelota cuando va hacia nosotros.
  • Marca el punto de impacto de la pelota.

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Otro de los golpes maestros del pádel es el revés y en cuyo caso aumenta la importancia de dominar bien el brazo que no sujeta la pala. En primer lugar, coincidiendo con la fase de preparación para recepcionar la bola, la pala debe descansar sobre la mano del brazo no dominante, concretamente sobre la parte central de la misma. Aunque no lo parezca esta pequeña ayuda nos ahorrará una pequeña fatiga muscular en el brazo dominante que provocará una pérdida de potencia en golpeos posteriores.

En este mismo golpe, en el momento de impacto con la pelota, el jugador deberá hacer un movimiento cruzado con sus brazos. Consiste básicamente en llevar el brazo dominante abajo y el no dominante arriba en forma de cruz. Si practicas este golpeo fijándote bien en el segmento que no sostiene la pala notarás que puedes imprimir mayor potencia en el golpeo.

En los movimientos de remate, remate de tenis o smash el brazo no dominante adquiere la misma importancia que en los gestos anteriores, aunque en este caso la potencia dependerá en buena medida de qué hagamos con dicho brazo. Su colocación nos ayudará a visualizar el punto de golpeo de la bola, a colocar nuestro cuerpo correctamente respecto a ella y, sobre todo, a que el golpe sea tan potente como deseemos.

El brazo no dominante posee más importancia de la que parece en nuestro estilo de juego por lo que debe ser uno de los objetivos de trabajo técnico que llevemos a cabo en los entrenamientos.