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El nivel de exigencia al cual están sometidos los deportistas profesionales de pádel es cada vez mayor, siendo necesario disponer de los suficientes recursos para afrontar el elevado número y dificultad de competiciones deportivas. Estas situaciones, ponen a prueba el modo de afrontar los partidos y los recursos cognitivo-conductuales y fisiológicos de los deportistas, donde la frecuencia e intensidad de los estímulos estresantes, conduce en numerosas ocasiones a problemas de rendimiento reflejados tanto en los entrenamientos como en las competiciones.
Dadas estas exigencias, la necesidad de realizar una adecuada evaluación de los recursos del deportista y la determinación de los “puntos fuertes” y “débiles” tanto a nivel psicológico como en relación a los restantes parámetros de rendimiento (nivel fisiológico, físico, técnico y táctico), supone un aspecto clave de cara a la realización de una intervención específica, más aún cuando la disponibilidad de tiempo es limitada en este nivel de deportistas.
El pádel requiere de exigencia física y psíquica
Para ser exactos, el deporte del Pádel se integra como un deporte relativamente joven en el ámbito del alto rendimiento deportivo, teniendo una importancia latente en los últimos años. Como en todos los deportes de alto rendimiento, presenta unas exigencias técnicas, tácticas, físicas, biomecánicas y psicológicas específicas. El conocimiento de estas exigencias supone un aspecto determinante en el momento de seleccionar qué instrumentos utilizar para la evaluar de las diferentes capacidades del deportista de Pádel de alto rendimiento.
Desde una perspectiva psicológica, aspectos como el control de la activación, concentración y visualización suponen algunos de los requisitos a nivel psicológico. Se debe disponer de información vinculada no solamente con componentes estrictamente relacionados con el ámbito deportivo, sino además con el funcionamiento psicológico global del deportista en su entorno (características de personalidad, condiciones de entrenamiento, relaciones con sus compañeros de entrenamiento, entrenador y los restantes miembros del cuerpo técnico).
Evaluar la capacidad psicológica
Del mismo modo que otros deportes de élite, es necesario en la evaluación psicológica adjuntar diferentes habilidades psicológicas que están directamente relacionadas tanto en los entrenamientos como en la competición, y que mantienen importantes similitudes con otros deportes de raqueta. Existe la necesidad de evaluar los diferentes niveles de estrés y ansiedad en competición, así como a nivel emocional la influencia que pueda tener la evaluación del juego realizada por parte del entrenador, compañeros, espectadores y otros observadores, siendo fundamentalmente importante este último aspecto en jóvenes talentos deportivos en periodo de formación.
A estas habilidades, se suma la necesidad de evaluar aquellas habitualmente destacadas por diferentes autores como es la motivación, autoconfianza en relación con el rendimiento , concentración , visualización , autoinstrucciones y establecimiento de objetivos. Finalmente debo resaltar que el Pádel, dentro de los deportes de raqueta, es un deporte de equipo, exigiéndose el desarrollo de habilidades de comunicación tanto verbales como no verbales, y de cohesión de equipo.
