¿Por qué jugamos peor contra jugadores de nivel inferior?

En cualquier disciplina deportiva puede ocurrir que se baje el rendimiento cuando se juega con adversarios de nivel inferior. El pádel, en este sentido, no es una excepción y es habitual que los jugadores disminuyan el ritmo ante rivales inferiores y, al acabar el partido, no encuentren una razón lógica de ese considerable descenso en su nivel de juego.

Son varias las circunstancias que influyen en esta cuestión, pero, sobre todo, se trata de una cuestión mental. De forma inconsciente (en la mayoría de los casos) o consciente el jugador de mejor nivel baja la intensidad y el nivel de concentración y el juego más pausado y lento le descoloca y le llega a desesperar, lo que provoca que incurra en errores que no suele cometer habitualmente.

Qué duda cabe de que este descenso en el nivel repercute en la moral del jugador, el cual tiende a lamentarse después de un partido de esas características. Para evitar este bajón de nivel en el juego, los jugadores han de mantener la concentración suficiente, independientemente de quien se encuentre enfrente.

Esto se logra de diferentes maneras y los jugadores deben saber cómo motivarse ante cualquier circunstancia, desde Zona de Padel os queremos ayudar a que vuestro nivel siga siendo siempre el mismo…

Buscar la motivación necesaria

• Buscar alicientes en el partido: puesto que se trata de una cuestión anímica, los jugadores deben tratar de buscar un aliciente en este tipo de encuentros. Por ejemplo, si el rival ralentiza el juego y eso repercute negativamente en la concentración, el jugador puede optar por ensayar golpes que aún no tiene muy bien definidos, con el fin de hallar un estímulo que lo mantenga dentro del partido y con la debida concentración, en nuestra escuela de pádel tenéis multitud de golpes y técnicas a ensayar.
• Imponer el ritmo de partido: cuando el jugador perciba que le están bajando su ritmo habitual y el partido le resulta de lo más aburrido, por lo que empieza a cometer fallos, debe tratar de llevar al contrincante a su terreno, lanzándole bolas con algo menos de velocidad para no incurrir en errores, pero con el peso suficiente, buscando, de tal manera, que le llegue una bola fácil para acelerarla y, así, ir volviendo, progresivamente, a la velocidad en los intercambios de golpes.
• Alcanzar retos personales: marcarse unos objetivos en estos partidos más tediosos resulta también una buena alternativa para mantener el nivel de juego. Por ejemplo, imponerse retos personales, como intentar ceder los menos juegos posibles o ir anotando los resultados completos de todos los partidos (de cualquier nivel), con el objetivo de mentalizarse siempre ante el próximo partido, sea con quien sea, con el fin de mejorar sus números.

En definitiva, se trata de una cuestión anímica que, a veces, no se puede controlar, pero que puede repercutir en la confianza del jugador; por tanto, tiene que intentar alcanzar la suficiente motivación en estos partidos con rivales de menor nivel.