Entrenamiento cruzado para mejorar tu rendimiento en el pádel

La dedicación total y completa hacia una determinada modalidad deportiva tiene sus beneficios pero también podemos encontrar una serie de contras que nos haga estancarnos de cara a mejorar el rendimiento. Lo mismo sucede en el pádel y es que está demostrado que practicar otro tipo de ejercicios a los habituales o introducir sesiones de otros deportes diferentes al pádel conlleva grandes ventajas para el jugador. Es lo que se conoce bajo el nombre de entrenamiento cruzado por lo que hoy queremos mencionarte algunas propuestas muy interesantes para tu progreso como jugador de pádel.

Entrenamiento cruzado: NATACIÓN

Es probablemente el deporte más complementario a otras disciplinas pues los beneficios que se derivan de su práctica son múltiples. En el medio acuático podemos realizar sesiones destinadas a cualquier objetivo: tonificación, resistencia, prevención de lesiones… Y aunque el entrenamiento en el agua vaya dedicado en concreto a un trabajo concreto también se desarrollarán otras capacidades simultáneamente. Para el jugador de pádel la natación es una estupenda opción que complemente a su deporte habitual.

Podemos trabajar la resistencia de base para que la resistencia específica del pádel, caracterizada por esfuerzos anaeróbicos, se vea mejorada considerablemente. También podemos utilizar materiales de resistencia acuática para potenciar nuestros músculos de una manera funcional y global. Y, por supuesto, en cada movimiento se reforzará un aspecto básico en cualquier deporte pero más aún en el pádel: la coordinación.

Entrenamiento cruzado: TRAIL RUNNING

Para los que prefieran desconectar de la ciudad y pasar un día en el campo el trail running es uno de los deportes que más repercutirán positivamente en tu juego de pádel. Correr por la montaña es toda una experiencia que cada vez practica más gente por los retos tanto físicos como psicológicos que plantea. La transferencia que podemos encontrar entre el trail running y el pádel radica en la resistencia y el fortalecimiento del tren inferior, además del aguante psicológico que conlleva.

La resistencia dependerá fundamentalmente del tipo de terreno que escojamos en nuestra ruta con mayor o menor desnivel. Normalmente no haremos demasiados kilómetros en llano a un ritmo constante sino que deberemos incrementar y bajar la intensidad continuamente, algo similar a lo que sucede en el pádel. Por la misma razón nuestras piernas se verán obligadas a enfrentarse a cuestas y desniveles de pronunciación variada que pondrá toda la musculatura inferior a prueba. Se fortalecerán músculos estabilizadores localizados en los tobillos y en las rodillas, por lo que también será óptimo para prevenir lesiones siempre y cuando se realice con el calzado adecuado.

Entrenamiento cruzado: CICLISMO

Es el tercer tipo de entrenamiento cruzado por excelencia para cualquier deporte. También podríamos catalogarlo dentro de las sesiones destinadas a los días de descanso activo para no perder la forma de una manera distinta a la habitual. El ciclismo, en todas sus modalidades, mejora la resistencia base que todo deportista debe poseer. Construyendo una sólida base aeróbica podremos producir mayores niveles de resistencia específica, en este caso anaeróbica. Mejoraremos la circulación sanguínea por todo nuestro tren inferior y contribuiremos a generar una mayor activación muscular del cuádriceps, entre otros grupos de gran importancia en el pádel.