La dejada en el pádel consiste en golpear suavemente la bola con el propósito de dejarla lo más próxima posible de la red en el campo del contrario. Para la ejecución de este golpe se requiere bastante habilidad, cierto nivel técnico y, sobre todo, saber cuándo es el momento apropiado para ejecutarlo y sacarle el máximo rendimiento a la jugada.
Por lo general, este golpe se realiza cuando se está próximo a la red, sin dejar de botar la bola y aprovechando la volea para frenarla y dejarla «muerta» cuando el contrincante se halle en el fondo de la pista.
Hay que tratar de absorber la velocidad con que viene la bola para que su recorrido sea breve y bote lo menos posible. Esto se logra colocando bien el cuerpo, relajando el brazo y dándole un golpe «cortado» a la bola de manera sutil y con un gesto de arriba abajo.
La dejada se ejecuta de derecha y de revés y es un lance del juego que, si se realiza de forma óptima, rompe totalmente el ritmo del adversario, obligándolo a hacer un gasto físico considerable si quiere llegar a la bola. Por tanto, si se tiene la suficiente frialdad y destreza para elegir el momento idóneo de su ejecución, puede ser un excelente recurso para ganar el tanto y debilitar físicamente y mentalmente al contrario, una vez explicado en nuestra escuela de pádel veamos como lo ejecutan los verdaderos campeones.
Cristian Gutiérrez el crack de las dejadas
El reconocido jugador profesional de pádel Cristian Gutiérrez es un auténtico maestro de la dejada. El argentino tiene un absoluto dominio sobre la bola, sabe leer perfectamente el partido y aprovecha el mejor momento para recurrir al recurso de la dejada, para poder ganar el tanto y romper totalmente el ritmo del contrario, así que abronchense los cinturones y disfruten con una superdejada de Cristian Gutiérrez.
Que el rival se encuentre en el fondo de la pista, la técnica y jugar con el factor sorpresa, son claves para que la dejada prospere. Realizarlas de forma repetida reduciría la capacidad de sorprender al rival, puesto que hay que tratar de esconder lo máximo posible las intenciones al adversario para que no prevea en ningún momento que se le va a efectuar dicho golpe.
En ocasiones, la dejada puede resultar que no sea definitiva para ganar el tanto, no obstante, si se ha ejecutado de forma eficaz, con un buen efecto de la bola y el rival llega a la bola muy forzado, se puede aprovechar para realizar el golpe definitivo en el golpeo siguiente, ya sea con una volea, un remate u otro tipo de golpe.
En el circuito World Padel Tour hay jugadores con tal nivel técnico de golpeo, como el citado Cristian Gutiérrez, que ejecutan la dejada con mucha maestría, consiguiendo que la bola no vote prácticamente en el campo del adversario o, incluso, logran dar tal efecto a la bola que al botar retrocede hacia el jugador que ha realizado el golpe complicando aún más que el contrincante pueda llegar.