Correcta gestión del cambio de campo en el pádel

Tanto a nivel amateur como a nivel competitivo, el cambio de campo es una norma de obligado cumplimiento pero lo que no es obligatorio es la utilización de todo el tiempo del que disponemos. En este artículo hablaremos de varias estrategias para aprovechar al máximo estos cambios de campo e intentar con ello mejorar nuestro rendimiento en un partido.

Cambio de pista

Primero de todo, debe tenerse clara la normativa sobre cambios de campo. Cito textualmente de las reglas del padel:

• Entre puntos el tiempo máximo permitido es de veinte (20) segundos.
• Cuando los jugadores cambien de lado al final de un juego, se concederá un máximo de noventa (90) segundos. Después del primer juego de cada set y durante un tie-break, el juego será continuo y los jugadores cambiarán de lado sin ningún descanso.
• Al final de cada set se concederá un descanso de ciento veinte (120) segundos como máximo.
• Los tiempos anteriores empiezan en el momento en que acaba un punto y finalizan cuando se inicia el servicio del siguiente punto.
• Si por circunstancias ajenas a la voluntad del jugador, su ropa, calzado o equipo necesario se rompe o necesita reemplazarse, se concederá un tiempo adicional razonable al jugador para que resuelva el problema.
• Anunciándolo antes del partido se podrá permitir un número limitado de descansos para ir al aseo o cambiarse de ropa.
• Se concederán veinte (20) segundos en el cambio de campo del tie-break.

La mayoría de jugadores sólo utilizan el cambio de campo para sentarse y descansar un poco después del esfuerzo de los dos juegos anteriores, aunque luego se levantan y siguen jugando exactamente igual. La verdad es que no está mal planteado pero mientras se descansa y se bebe agua se pueden hacer otras cosas para aprovechar mejor ese momento del partido. Algunos dicen  palabras de ánimo a su compañero aunque sin ninguna intención mayor que la de animar e intentar mantener la pareja unida.

Analizar con el compañero cómo se está desarrollando el juego

En este caso, nos va a interesar analizar lo que está ocurriendo durante el partido haciéndonos varias preguntas:

• ¿Funciona la táctica que hemos pensado antes del partido?
• ¿Hay que cambiar algo?
• ¿Cómo reacciona el rival o qué estrategia está utilizando?
• ¿Qué golpes o situaciones hacen que el rival nos domine?
• ¿Con qué golpes le estamos haciendo daño al rival?

Entonces, una vez formuladas las preguntas, hay que intentar buscar las mejores soluciones entre los dos compañeros de la pareja para afrontar los problemas que puedan venir los dos siguientes juegos. Por ejemplo: pensábamos jugarle todas las pelotas a los pies al jugador de revés porque suele jugar retrasado y así poder contraatacar, pero nos hemos encontrado que después de varios juegos, empieza a resolvernos la situación con voleas ganadoras. ¿Qué ha pasado? Seguramente se habrá pegado un poco más a la red y ahora nuestra táctica debe cambiar, y tendremos que jugarle más globos. Este ejemplo tan simple hace que estemos constantemente analizando cuales son los problemas que se presentan y con qué arma los vamos a resolver.

Perder tiempo

A veces, debido a las prisas que tiene el rival por jugar, nos interesará alargar los cambios al máximo, incluso intentando rebasar el tiempo de descanso en varios segundos para conseguir que el rival se vaya poniendo cada vez más nervioso y tenga prisas por terminar los puntos, llevándole a una situación de nervios y errores continuos. Esta estrategia es muy efectiva ante rivales que se ponen muy nerviosos y no suelen pararse a descansar en los cambios. ¿Cómo perder tiempo? Ir al aseo tranquilamente, cambiar un overgrip, atarse los zapatos, ir caminando hasta la red y dejar una pelota al lado del poste, llamar al fisioterapeuta, etc.

Hablar con el entrenador

Probablemente sería la mejor de todas, ya que el entrenador puede ver desde fuera qué está ocurriendo en el partido y aconsejarnos la táctica a seguir o qué recursos debemos utilizar para ir sacando unos puntos de más en cada juego, decantando la balanza un poquito más a nuestro favor. A parte, la experiencia de un entrenador y su conocimiento del juego puede traernos soluciones más simples o el truco para poder batir a la pareja rival.

En la realidad, hay muy pocos partidos en los que se disponga de entrenador así que probablemente debamos intentar analizar nosotros mismos las situaciones que se presenten durante el juego. Lo ideal sería poder descansar, analizar la táctica con un entrenador y compañero y encima perder tiempo para que el rival se ponga nervioso pero seguramente esta situación se nos presente pocas veces en nuestras competiciones o partidos. Así que lo que más recomiendo es que se analice constantemente con el compañero cómo van las cosas y ser capaces de resolver por nosotros mismos los problemas.

En menores, debería enseñarse de manera imprescindible esta gestión de los tiempos del partido, para empezar a trabajar la estrategia y los planteamientos de partido, que en un futuro serán los pilares de su juego. Hay que tener claro que cambiar de campo es totalmente obligatorio aunque no todo el mundo aprovecha ese tiempo… seamos más inteligentes que el rival y aprovechémoslo.