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Muchos de nosotros o nosotras tenemos al cargo hijos o hijas, niños y más específicamente, desde el punto de vista de un monitor o entrenador, a un alumnado de diferentes tipo de edades, desde los más pequeños con 5 años hasta personas de tercera edad. En este artículo os hablaré de los mas peques, ya que desde el punto de vista de muchos profesionales de los que me he basado en este artículo, destacando entre ellos a Weineck, es una etapa crucial y favorable para el desarrollo de las capacidades.
Para empezar a enteder esta etapa tan crucial deberemos saber qué significa exactamente la fase sensible. Basándome en Winter es aquella etapa en la que existe mayor facilidad para una entrenabilidad de las capacidades motrices del niño/a y en las cuales se produce una mayor adaptación.
Pero esta entrenabilidad de las capacidades motrices siempre tiene unas leyes intrínsecas ya que existen etapas donde el aprendizaje de estas tengan una eficacia o eficiencia completa que si las desarrollamos en etapas donde no se tiene la suficiente maduración neuromuscular, es decir, anticiparnos en el desarrollo de la capacidad, o que «llegamos tarde» para su desarrollo. Un ejemplo para que me entendaís es que es impensable, además de poco coherente trabajar fuerza máxima o resistencia anaeróbica con un niño/a de 10 o 12 años debido a que su musculatura y cuerpo óseo todavía no está desarrollado.
Para saber qué capacidad debemos desarrollar en un menor, sobretodo y lo primordial es tener conocimiento sobre la materia y desarrollo de capacidades para la correcta elección del periodo sensible en la que se encuentra el alumnado ya que es más fácil que podamos generar una gran influencia cuando se encuentra en una fase de maduración y además que este aprendizaje tenga un gran éxito.
Otro factor que sucede durante la fase sensible y que debemos de tener presente es que que durante la maduración, todos los niños y niñas pasan por etapas de «retrasos» o «empeoramientos motrices» debido a que están en etapa de crecimiento y se deben, de nuevo, acostumbrar al crecimiento de su cuerpo ya que su esquema corporal ha cambiado nuevamente, ocupan más dimensión en el espacio y sus movimientos se vuelven algo más torpes.
Por lo tanto y haciendo referencia a la ley que propone Balquinta, «Ley del tren perdido» nos referimos al tiempo que no hemos aprovechado en el desarrollo del niño en su etapa sensible y por lo tanto no se recuperará o se interiorizará de la misma manera que si se hubiera hecho en su debido tiempo, por lo que no tendrá el mismo efecto adaptativo.
Como vemos en este cuadro resumen sobre el desarrollo en las fases sensibles, podemos observar que las mujeres empiezan el desarrollo de capacidades más tempranas que los hombres, esto se debe a su adelanto madurativo. Tambiíen observamos que existen momentos en que los niños/as están en periodos biológicos (mayor secreción de hormonas,maduración neuromuscular…) mejor preparados para el desarrollo de las capacidades y esto facilita la mejora y la sustentación de una base para el progreso, adquisición y mejora de otras capacidades o subcapacidades.
