Consejos para cambiar de táctica en mitad de un partido de pádel

La táctica juega un papel fundamental en el padel. Lo ideal es planificarla durante los entrenamientos para llegar al partido con las ideas claras.

La táctica juega un papel fundamental en el padel. Lo ideal es planificarla durante los entrenamientos para llegar al partido con las ideas claras y no hacer pruebas que puedan provocar errores no forzados. La elección de una táctica concreta depende de varios factores, entre los cuales se hallan las habilidades y los puntos débiles de uno mismo y del contrincante.

Asimismo, en muchas ocasiones durante la disputa de un encuentro, puede ser necesario cambiar de táctica. La causa puede ser la apreciación de que se están cometiendo errores no forzados o fallos en golpes sencillos, el mal del jugador del padel, encoger el brazo…, o la comprobación de que el oponente está haciéndose con el control del partido. Incluso, en ocasiones, aunque se vaya ganando es posible comprobar que nuestra táctica no da tantas garantías como se esperaba y aunque el rival vaya por detrás paulatinamente podría dar la vuelta al marcador.

Cambiar de táctica en mitad de un partido es siempre delicado. Forma parte de las medidas que un jugador querría evitar, pero a veces es más que aconsejable. Determinar cuándo es el momento idóneo para alterarla es fundamental y requiere de inteligencia. Cuanto más conocimiento se tenga del rival más fácil será decidirse a cambiar de táctica, al garantizar una mejor predicción de su reacción. La experiencia también ayuda a valorar el momento idóneo para hacer borrón y cuenta nueva, aunque sea en mitad de un partido.

Eli Amatriain y Paty Llaguno cambiando de táctica en mitad de un partido
Eli Amatriain y Patty Llaguno cambiando de táctica en mitad de un partido

Factores a tener en cuenta con el cambio de estrategia

Tener una buena comunicación con el compañero es clave para determinar cuándo y por qué es necesario decantarse por otra táctica. Se debe reflexionar sobre ello en función de cómo va el partido, para que no sea peor el remedio que la enfermedad. Conviene tener asimilada una forma de jugar y una táctica inicial, pero también saber que se puede recurrir a alternativas y hacer cambios, a veces incluso totales, en pro de conseguir el triunfo.

Un buen consejo es entrenar el cambio de táctica. No parece sencillo, pero al igual que entrenamos diferentes golpes y situaciones, conviene ensayar una variación táctica en partidos en los que no haya demasiado en juego y no importe en exceso la derrota si, a cambio, mejoramos para duelos de mayor relevancia.

En lo psicológico, a algunos jugadores les cuesta cambiar de táctica porque consideran que transmiten una imagen de debilidad, o simplemente porque prefieren aferrarse a la forma de jugar que están seguros de dominar. Las consecuencias suelen ser nefastas, ya que el padel es un juego sometido a numerosos cambios y variantes. Cuanto mejor nos adaptemos a ellos y sepamos ‘leer’ el partido, en mejores condiciones estaremos para ganar.

Tras cada encuentro, tanto al haber vencido como al haber perdido, se debe analizar si un cambio de táctica nos habría beneficiado o, en el caso haberse efectuado, preguntarse si lo esto se llevó a cabo en el momento adecuado.