Al pádel se gana con cabeza

En el pádel un gran porcentaje de los puntos se deciden por cuestiones mentales, de actitud o de estado de ánimo, por lo tanto en el pádel se gana con la cabeza

Suele ocurrir que en el deporte nos centramos en tener la mejor técnica posible, la estrategia más eficaz y unas condiciones físicas superiores al rival en todos los sentidos. Sin embargo nada de esto servirá si no disponemos de unas cualidades mentales óptimas que nos ayuden a gestionar todo lo expuesto anteriormente, más aún si hablamos de pádel. En este deporte un gran porcentaje de los puntos se deciden por cuestiones mentales, de actitud o de estado de ánimo. Dichos factores pueden ser trabajados simultáneamente al resto de entrenamientos técnicos o físicos y las repercusiones no solo serán positivas para nuestro rendimiento sino que también tendrán efectos beneficiosos sobre nuestra forma de vida.

Actitud y pádel

El deporte es sinónimo de ambición, pero sin una correcta gestión de la misma estamos condenados a no quedar nunca satisfechos con el trabajo realizado. Para lograr un equilibrio mental sano entre ambición y consecución de objetivos es necesaria una actitud positiva en todo momento sin olvidar que el pádel es una actividad física donde a veces se gana y a veces se pierde.

Con ello no se quiere decir que no se deben poner objetivos ambiciosos, todo lo contrario, sino que hay que visualizar todo el camino recorrido y los pequeños éxitos conseguidos anteriormente. De esta manera serás capaz de ver objetivamente lo mucho que has avanzando en victorias, mejora técnica, mejora física, etc.

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La concentración siempre es esencial en el pádel

Más allá de la actitud positiva uno de los factores más importantes, por no decir que el más, es la concentración durante el desarrollo de una partida de pádel. Esta cualidad, como el resto, se entrena a medida que avanzas en el juego. Pero si quieres desarrollarla como si entrenaras la potencia o la técnica del remate de tenis también existen ejercicios que puedes llevar a cabo previamente a una partida de pádel:

  • Un ejemplo práctico de ejercicio para mejorar la concentración antes de comenzar una competición consiste en tomarte el pulso durante 60 segundos. Durante el transcurso de ese tiempo tendrás que intentar centrar la atención única y exclusivamente en el pulso, nada más. Si te invaden pensamientos de otro tipo expúlsalos para que tu mente únicamente se centre en tus pulsaciones.
  • Otro ejercicio consiste en cerrar los ojos y, durante algunos segundos, bombardear a tu cabeza con múltiples pensamientos sobre la competición (técnica, rival, compensación, entrenamientos, físico…) Una vez tengas bastantes términos escoge uno solo de todos, el que más te haya llamado la atención (preferiblemente que sea positivo). Durante un minuto piensa única y exclusivamente en ese concepto.

Jugadores fuertes de mente

Uno de los preceptos que derivan en el éxito deportivo es aprender de los fracasos, pero también de los éxitos. Debes ser fuerte mentalmente ante una racha negativa de puntos consecutivos para retomar la iniciativa del partido, con la mente fría y dejando de lado los sentimientos durante el desarrollo de la mala racha.

De igual modo cuando los puntos se consiguen hay que pensar en todo momento que el rival puede darle la vuelta a la partida ante el mínimo despiste. Cuando se ganan los puntos hay que pensar qué se ha hecho bien para persistir en esa forma de juego pues cada rival será distinto al anterior.

Trabajo en equipo

De nada sirve desarrollar una actitud positiva, una concentración envidiable o tener una fortaleza mental equilibrada si no se trabaja en equipo con tu compañero. Vuestra relación se plasmará directamente en vuestro estilo de juego, por ello el trabajo técnico/táctico y físico debe ser complementado fuera de la pista con una buena comunicación y una estrecha relación entre los dos.

Si ambos componentes del equipo deciden remar hacia el mismo objetivo el esfuerzo será mucho menor que si cada uno impone su estilo. Todas los factores descritos anteriormente deben ser desarrollados conjuntamente para enfocar el camino hacia el éxito.