Lo que debes saber para iniciar a tu hijo en el pádel

Hoy queremos explicarte que debes saber para iniciar a tu hijo en el pádel y mencionaremos qué beneficios tendrá sobre su desarrollo infantil.

No hace falta recordar que el deporte es uno de los mejores medios para el óptimo desarrollo de los niños, ya sea a nivel físico, social o cognitivo (entre otros muchos). La elección del tipo de actividad física que practique es casi lo de menos ya que hoy en día se dispone de una gran multitud de posibilidades en cuanto a deportes se refiere.

Hoy queremos explicarte qué factores se deben tener en cuenta a la hora de practicar deporte en edades tempranas. Específicamente, hablaremos del pádel y mencionaremos qué beneficios tendrá sobre su desarrollo infantil.

Influencia social

En ningún caso podemos decir que la elección del niño sea totalmente libre, ya que estará condicionado por múltiples factores: qué deportes practican sus amigos, el tipo de actividad que ejerce la familia, la sociedad en la que vive, etc. Esto no es algo malo siempre y cuando la influencia no sea impuesta por un agente externo. Por ejemplo el típico caso del padre que “apunta” a su hijo a un deporte para que triunfe a costa de su diversión.

Si tu hijo o hija se decanta por el pádel, bien sea porque es una actividad que se realiza en su colegio o porque ha visto a sus padres practicarla, debes saber que en cuanto a sociabilidad se trata de una estupenda actividad. Conocer gente nueva, comunicación con otros niños para un fin común, diversión y un largo etcétera son los beneficios sociales que obtendrá.

Miguel Lamperti dando clases a niños

Motivación

Es aquello que nos mueve a hacer algo. Podemos distinguir entre dos tipos de motivaciones. La intrínseca, que la pasión que siente uno mismo por llevar a cabo dicha actividad sintiendo bienestar por el mero hecho de hacerla. La motivación extrínseca está directamente relacionada con una recompensa, ya que se practica con un fin último: ganar algo. Debemos saber que en nuestros hijos siempre tiene que prevalecer el primer tipo de motivación. De lo contrario se estará influyendo negativamente en el aprendizaje.

Respecto a la motivación intrínseca en el pádel, la mayoría de clases enfocadas a edades tempranas no tienen un objetivo competitivo, sino un desarrollo práctico mediante juegos que hacen disfrutar a los niños sin pensar en una recompensa. La competitividad es el último de los objetivos en este tipo de clases donde la diversión impera sobre el resto. Si tu hijo o hija todavía no ha encontrado su motivación, no te preocupes, ayúdale a buscarla con distintas propuestas y probando todas las que él quiera.

Valores

Resulta obvio decir que en el aprendizaje deportivo tiene que existir una educación en valores que se extrapole al resto de ámbitos de la vida diaria. Sin embargo esto no sucede en muchas ocasiones en distintos deportes ya que la competitividad supera cualquier otra faceta del juego. Toda actividad debe contener un fin oculto que eduque en valores a nuestros hijos, sobre todo en lo que se refiere al deporte.

Respeto, superación y autoconfianza son solo algunos de los muchos valores que inculca la actividad física, y por supuesto también el pádel. Sobre la pista suceden muchas situaciones que dan pie a que se manifiesten estos valores, una oportunidad que debe aprovecharse en la infancia de los niños.

Ejercicios de pádel para jugar con niños

Metas asequibles

Sin embargo no quiere decir que una competición “sana” no forme también parte de la educación. Todo lo contrario. Pequeños retos hacia uno mismo contribuirán a reforzar su autoconfianza y su afán de superación, siempre desde el respeto comentado anteriormente. Estas pequeñas metas deben ser puestas con mucha cautela ya que de lo contrario podría derivar en frustación continua sobre la actividad.

En el pádel, por ejemplo, se pueden establecer pequeños retos mediante la consecución de golpeos técnicos o insistir mucho en aquellos ya conseguidos como refuerzo positivo para futuras metas más complicadas. Este es uno de los beneficios que, sin duda, también repercutirá en su vida diaria fuera de la pista.