Razones por las que ser de un equipo de pádel

Pensar que el pádel es un deporte individual es un grave error ¡nada más lejos de la realidad! Formar parte de un equipo aporta muchos beneficios

Podemos caer en el error de pensar que el pádel es un deporte individual, jugado por parejas, y que difiere del concepto de equipo tradicional que conocemos en el resto de actividades deportivas. Si analizamos detenidamente el pádel nos encontramos con ciertas destrezas individuales que de nada sirven si no se aplican en conjunto, es decir, en equipo. Además de tu pareja existen multitud de ventajas de pertenecer a un club o equipo de pádel. En este artículo queremos convencerte para que sigas avanzando como jugador gracias a tus compañeros de deporte.

Sentimiento de pertenencia

Al igual que la técnica individual, de poco sirve el saber jugar bien sin una motivación suficiente para entrenar y jugar todas las semanas. Somos personas, y como tal tenemos días en los que nuestro rendimiento decae o las ganas de disputar un entrenamiento o encuentro no son suficientes por sí solas. Si perteneces a un equipo, la motivación diaria será totalmente distinta, pues acudir a la pista puede convertirse en una manera de desconectar del trabajo y de relajarse de una manera deportiva. Conocerás a mucha más gente y existirá una rivalidad sana que te llevará a progresar como jugador.

Está demostrado que aquellos que practican un deporte en conjunto con otros compañeros poseen una mayor adherencia hacia el ejercicio físico. Esto, sin duda, te hará cambiar de actitud y ser el revulsivo que te falta para dar el salto a torneos y competiciones más importantes.

Salir de tu zona de confort

Jugar siempre con la misma pareja o frente al mismo rival puede ser contraproducente, tanto para tu motivación como para tu aprendizaje. En un club de pádel podrás rotar, disputar rondas americanas y probar con nuevos contrincantes en cada partido. Esto provocará que tengas que salir de tu zona de confort para adaptarte a los rivales nuevos e incluso aprender a comunicarte con parejas nuevas. Además el aprendizaje será mutuo: aprenderán de ti tus mejores golpes y tú podrás aprender nuevas técnicas que no te hubieras planteado jugando con la misma pareja de manera continua.

Competiciones para aprender y mejorar

Los primeros pasos en el pádel son más o menos comunes en todos los jugadores: partidas esporádicas y entrenamientos poco enfocados a la mejora técnica y física del pádel. Poco a poco irás aficionándote y llegará un momento que necesites competir de verdad, sin amistades en el otro lado de la pista. Ese punto de inflexión puede ofrecértelo un equipo de pádel. En ellos se organizan torneos casi todas las semanas, donde probarás tus mejores golpes entrenados durante la semana y, sin ninguna duda, mejorarás a pasos agigantados. En competiciones como estas también saldrán a la luz los errores más comunes para que puedas solventarlos en la sesiones de entrenamiento.

Sociabilizar y conocer gente

Al contrario de lo que la gente cree, el pádel es uno de los deportes donde más gente conoces. En un equipo, además de las partidas y torneos correspondientes, también se organizan quedadas fuera de la pista para pasarlo bien y disfrutar del carácter social del deporte. Puede ser una oportunidad para conocer a gente nueva, intercambiar puntos de vista acerca del deporte que tenéis en común, y crear amistades forjadas por el pádel.

Unidad

En un equipo de pádel poco importan los resultados individuales, sino el progreso común que podáis llevar a cabo como conjunto. Por ello en cada torneo tus compañeros serán los que te animen y te motiven hacia la victoria. También de forma contraria serás tú el que empuje cuando te encuentres fuera de la pista. Toda una experiencia para disfrutar haciendo deporte y sentir el pádel como una actividad grupal en la que todos remáis hacia un mismo objetivo: la victoria.