Porque debemos jugar cruzados en padel

Una de las discusiones más frecuentes en el mundo del pádel es la estrategia a seguir en el partido. Lógicamente, cada pareja seguirá su propia estrategia, y no siempre se dan las condiciones ideales para poder decidirla, pero la mejor opción que se puede tener es la de jugar cruzados. La razón es simple: se…

Una de las discusiones más frecuentes en el mundo del pádel es la estrategia a seguir en el partido. Lógicamente, cada pareja seguirá su propia estrategia, y no siempre se dan las condiciones ideales para poder decidirla, pero la mejor opción que se puede tener es la de jugar cruzados. La razón es simple: se reduce el margen de error, así que se cometen menos errores no forzados y es más fácil llevarse el punto.

Solo con dar un golpe cruzado se gana un margen de error de dos metros, a lo que se suma que la red estará un poco más baja. Además, si la pelota toca la parte superior de la cinta es más fácil que continúe con su trayectoria hacia el campo rival, aumentando las posibilidades de que el oponente no llegue a devolver el golpe.

Otra de las ventajas de jugar cruzado es que la trayectoria de la pelota podría pasar entre los dos jugadores rivales en diagonal, siendo más difícil de devolver y le creará dudas sobre quién la devuelve.

Si no resuelven rápido esas dudas es fácil acabar llevándose el punto o que devuelvan la pelota con un golpe poco convencional, una bola fácil con la que se puede seguir llevando la iniciativa. Un tiro cruzado al cuerpo del rival (siempre sin intención de hacerle daño) también permitirá mantener el dominio en el punto, pero recordemos que lo principal en el pádel es el fair play, y no ganar a cualquier precio

Foto: Sergio García
Foto: Sergio García

Por lo tanto, hacerse con el dominio del juego y dirigirlo hacia los intereses que se tengan es una ventaja más del juego cruzado. Si el golpe cruzado que se realiza es bueno lo más fácil es que la pareja rival responda con otro igual así que la pelota volverá otra vez. Mientras, el compañero de equipo puede seguir atento para tapar todos los huecos que queden ante un paralelo del rival. Si se observa que la otra pareja trata de dominar, un cruzado puede ser una buena respuesta para cambiar la dirección del juego.

Los jugadores con un golpeo más potente también se beneficiarán del juego cruzado. Con un golpe paralelo el rebote siempre será frontal, así que el rival tendrá tiempo suficiente para imaginar la trayectoria de la pelota y más espacio para golpearla, si es un golpe poderoso siempre podremos realizarlo frontal para tratar de traernos la bola. En cambio, el golpe cruzado es mucho más imprevisible y puede rebotar en los dos cristales así que siempre se buscará la pared.

Los entrenamientos con nuestro compañero en cruzado también son muy buenos, nos ayudan a coger técnica y ritmo de partido de forma muy rápida, ya que la superficie que tenemos para jugar se reduce drásticamente, veamos a Fernando Belasteguin y Sergi Corretja realizando un entrenamiento de esta forma.

Por último, cabe mencionar los globos y bandejas cruzadas, un recurso tan útil como difícil de devolver por parte de la pareja contraria. Si la bandeja es potente, rebotará en los dos cristales y enviará al oponente al fondo de la pista, teniendo que dominar los giros, una técnica que no todos los jugadores saben realizar correctamente; mientras que si se dirige a la reja puede que la pelota bote de forma irregular, complicando todavía más la devolución. Por su parte, en los globos se puede mandar la pelota a la esquina, el peor punto de la pista para golpear.

Foto principal: Infoedita Comunicación