Cómo jugar al pádel con los cristales húmedos

Con las bajas temperaturas y la humedad, la situación de la pista cambia, se empañan los cristales de la pista y la bola se vuelve pesada. Unos consejos…

Llega el invierno y con él las bajas temperaturas que caracterizan esta época del año. No todos los jugadores de pádel tienen acceso a disputar los partidos y los entrenamientos en una pista cubierta, correctamente climatizada en los días más fríos. Si jugamos en exterior corremos riesgos a tener en cuenta como son las bajas temperaturas, la humedad, la situación de la pista, si llueve y la pista se moja y los cristales húmedos. En el artículo de hoy queremos hacer especial hincapié en esta última situación aunque indirectamente debemos tener cuidado con las condiciones climatológicas que también afectan a la rapidez de la bola, entre otros.

En primer lugar es importante remarcar que los cristales húmedos son un importante indicador de que la temperatura es bien distinta dentro y fuera de la pista. Esto debe influir en la forma en la que calentamos, por lo que es aconsejable alargar dicha entrada en calor con ejercicios más dinámicos y progresivos. La ropa también debe ser de abrigo y nos desprenderemos de ella poco a poco a medida que avancemos en el calentamiento. Una vez terminado el partido o el entrenamiento debemos abrigarnos correctamente añadiendo capas cuando nuestra temperatura corporal descienda.

Jugar con los cristales húmedos

Si nuestro contrincante realiza un buen saque, tendremos que intentar jugar al resto sin demasiado riesgo porque la pelota va a venir con mucho peso. Seremos cautelosos al restar golpes como el globo ya que correremos el riesgo de que se pueda quedar corto por culpa del exceso de peso de la bola.

Si el saque de nuestro rival es menos agresivo, trataremos de ganar la red cuando:

  • Al saque. Nuestro saque será sin mucho efecto intentando buscar las paredes porque así la bola tendrá más velocidad con el rebote de la pared y será más difícil el resto.
  • Posición de volea. Tenemos más posibilidades de ganar en este tipo de posición por lo que intentaremos buscar golpes que no conlleven mucho riesgo, tratando de que nuestros tiros lleguen a las paredes para que resbalen y la pelota caiga. Hay que prestar especial atención y no dejar bolas fáciles en la mita de la pista ya que nuestro contrincante podría sacarnos de la red y así perderíamos la iniciativa del juego.
  • Posición de defensa. Es un momento arriesgado y nuestro objetivo prioritario es alejarnos de esta posición cuanto antes. Los tiros de los rivales son más agresivos y peligrosos por lo que defendernos en esta situación es más difícil. Jugaremos tiros sin mucha velocidad porque así a nuestro contrincante le será más complicado dirigir la pelota al fondo de la pista.

Si provocamos esta clase de tiros, podremos conseguir una posición un poco más adelantada de lo normal cuando estemos defendiendo y así evitaremos que la pelota rebote con las paredes. Tendremos una pelota más cómoda y por tanto sacaremos un buen globo con el que ganar la red y lo más importante, saldremos cuanto antes de esta postura.

Velocidad de la bola de pádel

En cada uno de los impactos sobre las paredes, la bola absorberá humedad y modificará las características respecto a una situación normal. Nuestro juego, en consecuencia, debe ser modificado para que nuestro rendimiento no disminuya. La pelota al coger humedad en cada uno de los choques caerá más rápido hacia el suelo. Es un factor que debes tener en cuenta cuando el rival realice golpeos largos, para flexionar la posición de espera y así llegar antes a la caída de la bola.

Antes que recepcionar el rebote, intenta colocarte en el fondo de la pista para golpearla de primeras, así evitarás trayectorias desconocidas sobre todo en los primeros instantes del encuentro cuando todavía no has automatizado los cambios de dirección de la pelota. De igual modo es aconsejable utilizar golpeos colocados que toquen ambas paredes para dificultar la recepción al rival. Por último, en cuanto a la bola se refiere, os recomendamos que no utilicéis un juego de bolas nuevas en partidas con los cristales húmedos. Quedarán totalmente empapadas y prácticamente inutilizables para encuentros próximos.

Los tipos de golpes que realizaremos

Al cambiar la rapidez de la bola, también hemos de realizar pequeñas puntualizaciones técnicas en nuestros golpeos más utilizados. Empecemos por el armado. Este debe ser bastante más corto que en situaciones normales, ya que la bola incrementará su velocidad y no dispondremos del mismo tiempo de respuesta. El punto de impacto de la bola también debe ser por delante del cuerpo en la mayoría de los casos.

Los globos son los principales perjudicados cuando la bola adquiere humedad. Aconsejamos aplicar algo más de fuerza respecto a lo que estamos acostumbrados, de lo contrario puede ser una oportunidad excelente para el rival de sumar un punto a su favor. Por último haremos hincapié en no abusar de los golpeos liftados o con efecto como decíamos antes. Requieren un armado más largo que el habitual, y teniendo en cuenta la situación de la pista y de la bola, no es aconsejable abusar de ellos. Es preferible utilizar golpeos planos y firmes.

Entonces, ¿puedo jugar con cristales mojados?

Sí, pero si puedes no jugar mejor porque evitaremos hacernos daño o lesionarnos. Si tienes en cuenta esta clase de condición climatológica y realizas estas tecnicas de padel como un buen calentamiento, juegas sin efectos, tus golpes no son demasiado arriesgados, ganas la red lo antes posible, juegas con las paredes en ataque y te haces con los primeros saques para continuar en la red no tendrás problemas. ¡Es mejor prevenir que curar!