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Una de las principales dudas que se plantea un docente de la actividad física y el deporte, en nuestro caso los monitores, preparadores físicos y entrenadores de pádel, es el orden de los ejercicios que debe seguir dentro de una misma sesión.
Y es que dentro de un mismo entrenamiento de pádel tenemos que plantear diferentes objetivos. Unos objetivos a corto plazo (esa sesión) que están dentro de otros objetivos a medio y largo plazo (temporada deportiva). En esta ocasión nos vamos a centrar en los objetivos a corto plazo y en el orden de planteamiento.
Vamos a tratar una sesión tipo en la pista de pádel, no trataremos los objetivos y el orden de ejercicios en el trabajo de fuerza dentro de la sala de musculación o gimnasio, ya lo abordaremos en un futuro artículo.
Dando por hecho que el entrenamiento empieza con un calentamiento general con el objetivo de preparar el cuerpo para la posterior actividad (aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la temperatura corporal…). La fase final del calentamiento debe terminar con un ejercicio específico que esté relacionado con la parte principal de la sesión.
En el momento que nos centramos en la parte principal de la sesión tenemos que empezar con aquellos ejercicios y cualidades que implican el máximo trabajo del sistema nervioso central. Es aquí cuando nuestro cuerpo está al 100% de sus posibilidades, después del calentamiento, por lo que tenemos que aprovechar para ese tipo de ejercicios.
Ejercicios de coordinación en los que se realiza a máxima velocidad y frecuencia algún gesto técnico muy específico y en el que se requiere máxima concentración y activación. Suelen ser ejercicios cortos y muy explosivos e intensos. Ejercicios en los que se necesita bastante tiempo de recuperación entre serie y serie.
Conforme va avanzando la sesión tenemos que ir introduciendo ejercicios en los que se vaya involucrando menos al Sistema Nervioso Central, y en los que no importe tanto que éste empiece a estar agotado.
Por lo tanto, después de ejercicios de coordinación podemos seguir la sesión con ejercicios de velocidad de reacción. En estos ejercicios también tenemos que estar muy concentrados y sin fatiga, ya que de lo contrario no conseguiríamos el objetivo que andamos persiguiendo.
Después de estos ejercicios de velocidad de reacción y desplazamientos, podemos seguir con ejercicios en los que se aumente el tiempo de trabajo y se disminuya un poco la intensidad del ejercicio. Ejercicios de entrenamiento intermitente, en los que vamos acumulando fatiga, y en los que el objetivo es desarrollar la potencia aeróbica del jugador de pádel. Este es un buen momento para realizar un entrenamiento integrado en donde metemos actividades con pala y situaciones reales de partido.
Para finalizar la parte principal de la sesión podemos introducir ejercicios para entrenar la resistencia. Ejercicios de larga duración en los que aprovechamos también la fatiga acumulada con todos los ejercicios anteriores.
Todo lo visto a lo largo del artículo son pequeñas pinceladas generales. Cada situación y cada jugador tendrá una planificación específica e individualizada acorde a sus características y a su calendario de torneos. Lo importante de este tema, sin entrar en detalles, es que quede claro que no podemos empezar una sesión trabajando la resistencia y terminarla con ejercicios explosivos y de coordinación. Por lo tanto, Debemos empezar con ejercicios con gran activación nerviosa que demanden al máximo al Sistema Nervioso Central.
